Y sobre una minúscula hoja de papel tatuaba letras copiadas de los libros. Ignoro qué copiaba, qué significado tenía aquello, para qué lo usaría. Solo sé que ha sido una de las escenas más entrañables que he vivido en Madrid. Saqué la cámara, me escondí lo confieso detrás de alguien y disparé. No quise mirarla hasta llegar a casa. Me emocioné al ver la imagen, sonreí y me sentí feliz de haberlo inmortalizado. :)
Creo que cuenta historias y al fin y al cabo ¿ no se trata de eso, de contar historias?
Me encanta Marta!
ResponderEliminarRefleja la magia de ese lugar.
ResponderEliminarPreciosa foto y bellas palabras.
Marta sin palabras .........me sigues emocionando
EliminarNo dejes nunca de escribir...me relaja mucho leerte. Besos
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